Seamos claros… ¡nos encantan las alfombras! Su suavidad, elegancia y comodidad nos seducen en cada espacio donde las ubiquemos.
Sin embargo, cuando corresponde aplicar una rutina de limpieza para tu alfombra; ese estado de éxtasis puede convertirse pronto en tedio y dolores de cabeza.
Por otro lado, hablar de los cuidados de la alfombra, es una buena manera de asegurar su conservación; evitando que agentes externos la deterioren y prolongando su vida útil por mucho más tiempo.
Es por ello que, en las próximas líneas hemos reunido para ti algunas técnicas para limpiar las alfombras; así como también ciertas recomendaciones generales para hacer que tus fibras luzcan como nuevas por mucho más tiempo.
2 rutinas básicas; las mejores técnicas para limpiar las alfombras
Sin duda, la limpieza debe ser una rutina que se convierta en hábito si has decidido tener alfombras; pero claramente no se trata solo de sacudir o lavar con agua y jabón.
Por esta razón, te presentamos las principales técnicas para limpiar las alfombras y que obtengas resultados increíbles:
Aspirado. Aún recién comprada, la alfombra debe aspirarse para retirar cualquier fibra o residuo que haya quedado en ella luego de su confección.
Posteriormente, el aspirado debe hacerse con frecuencia (al menos una vez por semana); acción que varía según el tráfico al cual esté sometida la pieza diariamente.
En este sentido, es conveniente conocer algunos detalles:
- Las alfombras de pelo largo, deben peinarse cuidadosamente en un solo sentido para no deteriorarlas durante el proceso.
- La bolsa de la aspiradora debe vaciarse con regularidad (una bolsa llena restará efectividad al aspirado).
- La parte que se encuentra en contacto con el piso también debe aspirarse una vez cada 2 meses.

Cuidados adicionales para unas alfombras impecables
Así como aspirar y lavar las piezas forma parte importante en los cuidados de la alfombra; también hay otro tipo de recomendaciones que te ayudarán a preservar y realzar sus fibras.
- Atiende los derrames y manchas lo más pronto posible. Mientras más tiempo esperes, de seguro más se fijará la mancha a las fibras. Las toallas absorbentes de papel son una gran elección cuando de líquidos se trata.
- Recuerda rotarla regularmente. Para evitar un desgaste disparejo en una pieza que deja más expuesta un área específica o en cuya posición recae el peso de un mueble; lo recomendable es cambiar la posición de la alfombra al menos una vez al año.
- Presta especial atención si en casa hay mascotas. Los animales naturalmente desprenden pelo, caspa y de pronto algún posible parásito. También transportan polvo y otros residuos desde el exterior; así que, en caso de tenerlos, el lavado y aspirado de tus alfombras deberá aumentar su frecuencia.
- Mantenlas alejadas de la luz del sol. Este punto es especialmente importante con las fibras de colores. En este sentido, si no quieres una alfombra opaca en casa, evita a toda costa que los rayos solares la toquen y le roben su brillo.
- Limpia con frecuencia los filtros de tus acondicionadores de aire. El polvo ambiental circula en nuestros espacios de forma silenciosa y tras circular por estos aparatos, finalmente se deposita en nuestras alfombras.
- Si necesitas guardar una alfombra. En primer lugar, es importante que lleves a cabo un proceso de limpieza profunda; luego enróllala en sí misma y cúbrela con una envoltura plástica que la proteja de los ácaros, el polvo y cualquier otro agente que pueda llegar a afectar sus fibras.
Por último y no menos importante, todas las alfombras deben recibir un tratamiento profesional al menos una vez al año (aun cuando es preferible hacerlo cada 6 meses); con esto las fibras se renuevan y lucirán en muy buen estado durante mucho más tiempo.
