Cuando estamos en casa, en la cocina pasamos gran parte de nuestro tiempo; es por ello que te invitamos a aprovechar estos útiles consejos para mantener una cocina limpia y ordenada, en donde podrás cocinar o compartir tranquilamente una buena taza de café.
De tal manera que, aplicando estas recomendaciones, no solo podrás reducir el desorden que tanto estrés nos produce; también disfrutarás mucho más de la comodidad y pulcritud que esta área requiere a la hora de preparar alimentos de forma saludable.
1. Deshazte de los desechos de comida.
En primer lugar, para deshacernos de olores y texturas poco deseadas en nuestra cocina, es primordial controlar los desperdicios que generamos diariamente. Es por ello que lo más recomendable es asear y retirar la basura todos los días.
En este sentido, es práctico emplear bolsas plásticas que faciliten el traslado de los desechos; evitando que nuestras manos entren en contacto directo con los desperdicios. Igualmente mantener aseadas las superficies de nuestra cocina (mesones, estufa, fregadero, entre otros) ayuda a evitar la presencia de plagas y mejora elaspecto del espacio; dejándolo libre de manchas y salpicaduras.
Por esta razón, los productos químicos que encontramos en los supermercados (desinfectantes comerciales) o los que podemos hacer en casa (desinfectantes naturales, como el limón y vinagre) son ideales para atender este propósito; además de otros múltiples beneficios.
2. Lava y limpia mientras cocinas.
Sin duda, lo ideal es hacer que el tiempo que pasamos en la cocina sea de calidad y disfrute; por esto mismo nos enfocamos tanto en su diseño y decoración apenas nos mudamos. Sin embargo, difícilmente algún ornamento combine con torres de ollas y platos sucios que al final de cada comida se convierten en una pesadilla.
En este sentido, debes procurar hacer la limpieza y ordenar cada uno de los utensilios que vayas utilizando; evitando la aglomeración de los mismos en el fregadero, y si es necesario, clasificándolos según corresponda.
Por otra parte, en el caso de las ollas; dejarlas remojar con agua ayuda a evitar que se peguen. Asimismo, los ingredientes sobrantes deben ser organizados en su lugar; ya sea en la despensa o nevera, lo cual optimiza el tiempo de limpieza y organización de nuestra cocina.

3. Emplea sólo lo necesario.
Los utensilios de cocina funcionan como las prendas de vestir: siempre tenemos algunos preferidos con los que nos sentimos más cómodos y seguros.
Sin embargo, ¿te ha pasado que te distraes cocinando y casi sin darte cuenta, terminas con todo el espacio repleto de ollas y sartenes?… A pesar de todo, si organizamos los utensilios en nuestra despensa y dejamos a la vista los de uso frecuente; podrás ahorrar tiempo en su búsqueda y posterior lavado, evitando la aglomeración en nuestra cocina.
De la misma manera, en el caso de los artefactos eléctricos que no utilices diariamente; es recomendable guardarlos en lugares donde no puedan ensuciarse con polvo y grasa que luego será difícil de remover.
4. Organiza tu propio calendario de limpieza.
Indiscutiblemente, otro de los consejos para mantener una cocina limpia y ordenada, parte de la planificación. En consecuencia, se debe establecer un plan de limpieza que permita distribuir las tareas entre los días de la semana; por ejemplo: lunes piso, martes nevera, miércoles estantes…
De esta manera, podrás trabajar en detalle un área cada día y no necesitas llegar al domingo para enfrentarte a una larga y aburrida jornada de limpieza. En particular, mantener la organización en el hogar debe ser tarea de todos los miembros de la familia; en cuyo caso tienen el deber de contribuir para lograr que la cocina sea un ambiente limpio y armonioso.
5. Organización del espacio:
Antes de evaluar si se trata de una cocina pequeña o grande; igualmente necesitarás organizar cada espacio (en especial la despensa y la nevera) para sacarles el máximo provecho.
Aun cuando puede parecer una idea imposible, no lo es. Simplemente se trata de dar el uso correcto a cada estante para que, a partir de una correcta distribución de productos y alimentos; puedas evitar que se dañen antes de llegar a consumirlos.
